Tipos de familias en la actualidad

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Actualmente podemos encontrar principalmente dos modelos diferentes de familia: el hiperprotector y el democrático permisivo. Los roles adoptados por este tipo de familias es una de las causas fundamentales de los problemas actuales de niños y adolescentes relacionados con violencia, actos de acoso, así como de aprendizaje.

La tendencia actual es el aumento de este tipo de comportamientos y ello es debido principalmente a:

- Efecto bumerán: Es decir, el hecho de dar publicidad a una serie de conductas, hace que se aumenten por la emulación de las mismas.
- La tendencia actual en la que los niños adquieren mayor peso en la familia, y que contrasta con las anteriores generaciones.


MODELO HIPERPROTECTOR

Este tipo de familias se caracteriza por resolver cualquier problema de sus hijos, así como en satisfacer cualquier deseo de éstos. Así pues, lo que se consigue es paradójicamente, que el niño quede siempre en posición de inferioridad.


Los padres que siguen este modelo transmiten a sus hijos que pueden obtener todo aquello que deseen sin tener en cuenta su comportamiento. Además también proyectan sobre el niño la idea de que sin su familia no puede alcanzar nada en la vida.


Lo que se consigue son niños y jóvenes egoístas incapaces de afrontar ninguna situación problemática que se les presente en la vida.


MODELO DEMOCRÁTICO-PERMISIVO


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En este tipo de familias padres e hijos son amigos, por lo que que hay carencia de autoridad. Además, todas las cuestiones se discuten entre todos los miembros de la familia, por lo que las opiniones de los padres y de los hijos tienen el mismo peso.


La consecuencia de este sistema es que los hijos se convierten en unos tiranos, ya que los padres con el fin de lograr siempre un buen ambiente, cederán a cualquier petición de sus hijos. Incluso las actitudes de los hijos pueden evolucionar y transformarse en agresiones físicas contra los padres. Así pues, la familia acaba regentándose por un régimen totalitario y autoritario en el que los hijos controlan todo.


PUNTOS COMUNES A AMBOS MODELOS


- En ambos modelos se persigue la paz familiar. En el modelo hiperprotector, otorgando los privilegios demandados por los hijos, y en el modelo democrático-permisivo, cambiando continuamente las reglas.
- No existen deberes ni tareas asignadas a los hijos.
- No se somete a los hijos a pequeños fracasos, de forma que tomen contacto con la realidad, por lo que los niños son incapaces de resolver situaciones problemáticas. Esto puede provocar situaciones de estrés e incapacidad de establecer relaciones sentimentales.


RESULTADO EN LA ESCUELA


El inicio de la escuela para los niños de ambos modelos de familia consiste en un terrible choque con la realidad que contradice las reglas de su familia.
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En la escuela se encuentran con situaciones desconocidas que generan estrés y conflictos, que acaban dando lugar a problemas de aprendizaje y a veces comportamientos violentos.


El colegio tratará de resolver este tipo de situaciones con los medios de los que dispone, por ejemplo sanciones, castigos; no obstante, la familia intentará defender la actitud de su hijo iniciando así una batalla:


- Los padres hiperprotectores propondrán ayudas a sus hijos, y al no obtener resultados creerán que la culpa es de los profesores.


- Los padres democrático-permisivos criticarán la metodología escolar calificándola de “no democrática”, y se enfrentarán directamente a los profesores que tacharan de autoritarios.


Por tanto, los profesores se quedan sin aliados para resolver el problema de estos alumnos.


En mi opinión, es cierto que los niños de generaciones anteriores, en general, eran mucho más respetuosos con los límites impuestos por la sociedad. Las generaciones anteriores sufrieron modelos demasiado autoritarios y han querido suplir la falta de complicidad con sus padres, la imposibilidad de opinar sobre nada en la familia, tal vez también la carencia de juguetes y cosas materiales etc… aplicando los modelos de familia descritos en el artículo.


Actualmente, podemos encontrar tanto libros como material audiovisual consistente en cómo deben los padres enfrentarse a niños déspotas, incapaces de cumplir normas y en muchos casos violentos. Podemos nombrar como ejemplo, el sistema Estivill y la serie Supernanny, donde se dan pautas para crear las normas que rijan la familia, fomentar la autonomía de los niños mediante la asignación de tareas en el hogar, la aplicación del sistema castigo - premio, etc...
En todo caso es necesario aplicar estas pautas desde la más tierna infancia con el fin de no adquirir malos hábitos.




Imagen tomada de Wikipedia
El efecto Pigmalión podemos definirlo como las expectativas que las personas tenemos sobre las posibilidades sobre el potencial de otros seres humanos o nosotros mismos poseemos. Estas expectativas influyen directamente sobre el rendimiento.

Las repercusiones de este fenómeno son importantes a nivel educativo. Cuando se espera lo mejor de un niño y, de forma directa o indirecta, se le transmite probablemente el niño se esfuerce y sus resultados sean mejores que si, por el contrario, no esperamos nada de él y lo etiquetamos como “torpe” o “lento”.

El origen del efecto Pigmalión debemos buscarlo en la mitología griega. Pigmalión fue un escultor que se enamoró locamente de su obra, llamada Galatea. Debido a su amor la diosa Afrodita la convirtió en carne y hueso.

No obstante, el efecto Pigmalión es un arma de doble filo: es posible tener grandes expectativas en una persona, creer que puede llegar lejos, y conseguir transmitirle nuestros “pensamientos positivos”, de forma que influyan en su vida. Pero, por otro lado, también podemos influir negativamente en sus decisiones si pensamos que son unos fracasados.

Todas las personas influimos en el resto, por ejemplo ¿no os ha ocurrido nunca llegar a un examen relajado y contagiarte del nerviosismo de tus compañeros, al ver sus actitudes?. Cuando acudes a una tienda y la persona te habla de forma ruda, ¿no os parece realmente difícil contestarle con una sonrisa? Tras estas reflexiones tenemos que ser conscientes de que los profesores tienen un gran poder sobre los alumnos, ya que son el ejemplo a seguir por ellos, y de su actitud va a depender no sólo el resultado de una asignatura, sino puede que también dependa el resultado de su futuro.

Obviamente, todos somos personas, incluidos los profesores y como tales quizá sea inevitable el hecho de etiquetar a ciertos alumnos conflictivos, y esto puede influir negativamente en su desarrollo.

El ejemplo más tangente en el ámbito educativo del efecto Pigmalión es el movimiento integracionista, que surgió en los años 70 en EEUU. Consistía en el hecho de que los alumnos con discapacidad compartieran aulas con las personas sin ella. De esa forma, las personas discapacitadas se rodeaban de un ambiente “normal”, y las expectativas sobre ellos eran prácticamente las mismas que las de personas no discapacitadas. De esa forma, se alcanzaban mayores rendimientos y a su vez que se establecía una mayor socialización, lo cual era positivo para ambos colectivos.


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Otro ejemplo a nivel educativo, y tal como detalla Elisa Oyonarte, hay una tendencia seguida por el Doctor Estivill, que consiste en reforzar el comportamiento positivo, y obviar el negativo. De esa forma, conseguimos que no se creen etiquetas negativas sobre los niños. Podemos comprobar esto en el programa de televisión Supernanny, donde se aplica este método en todos sus capítulos.





Podemos encontrar efecto Pigmalión en cualquier ámbito de nuestra vida. Todos conocemos la película Matrix, donde un joven Keanu Reeves, es el elegido, y de ser una persona normal se transforma en un superhéroe que debe salvar el mundo. Las expectativas de todos sus compañeros hacen que consiga su propósito.


O también la película de 1950 Nacida Ayer, que posteriormente protagonizó Melanie Griffith en un remake junto con su compañero sentimental de aquel entonces Don Johnson.


La conclusión de todo esto es que debemos saber que los profesores ejercen mucha influencia sobre los alumnos, por lo que hay que saber qué es el efecto Pigmalión y cómo utilizar sus efectos positivos sobre el alumnado.

El Apego


Quiero comenzar este blog, explicando la importancia del apego a la hora de criar y educar.

El apego es un vínculo afectivo que genera el niño, sobre todo en el primer año de vida, con las personas que interactúan de forma privilegiada con él. Está caracterizado por determinadas conductas, representaciones mentales y sentimientos. Estos sentimientos pueden ser seguridad, placer y bienestar. Pero, por el contrario, cuando existe separación de las figuras de apego se produce ansiedad y dificultad para reestablecer el vínculo.

Por regla general, en el segundo mes de vida los niños crean o generan el apego, buscando contacto físico. Del segundo al sexto mes de vida se fortalece el apego, y los niños  tienen preferencias por determinadas figuras de apego. Del sexto al doceavo mes, se establece una continuidad del apego hasta los veinticuatro meses.

Las condiciones básicas para la formación de un vínculo de apego son:

- La relación afectiva debe ser duradera en el tiempo.
- La relación afectiva debe ser estable y consistente en el tiempo.
- La relación afectiva debe comprender un patrón de protección / regulación del stress.

En los años sesenta, Harlow demostró la existencia del apego en monos. Podemos encontrar los experimentos realizados en youtube.

Foto de Carlos Castillo
Harlow se dio cuenta que los monos pequeñitos se mostraban angustiados cuando, al limpiarles las jaulas, les quitaban un trapito que todos tenían. Considerando que habían generado un algún tipo de apego hacia un trozo de tela, comenzó a realizar los siguientes experimentos:


En primer lugar introdujo un muñeco hecho de alambres en forma de mona, que tenía un biberón del que se alimentaban los monitos. Al lado, introdujo el mismo muñeco pero está vez recubierto de felpa. Los monitos pasaban 17 horas con su madre de tela, y tan solo 1 hora, que era el tiempo necesario para comer, con su madre de alambre.


Finalmente, les introducen en la jaula un elemento que aterroriza a los monitos, y éstos corren a refugiarse en su madre de felpa. No obstante, uno de los monos que se ha criado sin ningún tipo de figura de apego muestra comportamientos que recuerdan a los niños autistas.


Foto de Al Fenn


Así pués, Harlow demuestra que el amor de los niños hacia sus madres no se determina por la alimentación, sino por el contacto físico y el calor.

Tras lo expuesto, creo interesante ser conocedores del concepto de apego si vamos a ser educadores, o bien padres, tutores. De la relación que establezcamos desde el principio con nuestros bebés dependerá gran parte de su personalidad en el futuro.